martes, 23 de diciembre de 2008

La LuNa


Ada intentaba mantener los ojos abiertos a pesar de que el sueño conmenzaba a vencer sus esfuerzos, pero a ella le encantaba leer cada noche hasta el momento en que la protagonista del libro, una niña de su edad, escuchaba aque mágico sonido que surgía desde el bosque, donde siempre la esperaba aquel bello unicornio. Le gustaba llegar a esa parte, porque pensaba que así aquel sería el último pensamiento con el que se dormiria, y quizas así dejara de tener pesadillas y en su lugar soñaria con el bello personaje.


Aquella noche le estaba resultando verdaderamente dificil mantenerse despierta, sus ojos parecían dispuestos a caer en un profundo sueño de un momento a otro, pero de repente empezó a escuchar música en la parte baja de la habitación. Aquello no tenía sentido. Su tía Ursula se habia ido a dormir hacía mucho tiempo, de hecho desde su habitación podía ir su fuerte respiración. Pero aquella melodía seguía sonando, y lo curioso es que ella reconocía aquella canción.


Era la canción que siempre tatareaba su madre, cuando queria que se durmiera, y o cuando la tranquilizaba porque en medio de la noche se despertaba aterrorizada. Ada no pudo ni quiso evitar la lágrima que comenzó a resbalar por su rostro mientras recordaba a su madre. Todavía le dolía recordarla.


La música siguió sonando hasta que un silencio atronador (si es que esto es posible) se apoderó de toda la habitación. La luna que atravesaba las cortinas iluminaba cada vez con más fuerza la estancia hasta casi cegar a Ada, que empezaba a sentirse asustada, ella siempre había sido muy miedosa.


Entonces el libro que su madre le había regalado saltó con fuerza de sus manos, se abrió formando un angulo de 180 grados como si tuviera vida propia y la luz que iluminaba todo cegó a Ada.


Pero Ada ya no tuvo más miedo, porque en ese mismo momento sintió un cálido abrazo y nuevamente volvió a escuchar aquella melodía, aunque esta vez más cerca, susurrada en su oido.

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